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Siempre son los más difíciles. Tu cuerpo se siente inseguro y hasta la respiración parece que la tienes que controlar, porque es tanta la concentración que necesitas, que a veces te descubres bailando en apnea para que ni siquiera la respiración te haga fallar ( o hacerlo lo menos -visible- posible).
Así me siento yo ahora, arrancando las primeras palabras y las primeras páginas a este blog.
Hace 5 años, este proyecto se quedó apartado, porque la apertura de la escuela pidió y requirió toda la atención. Ahora, y con una pandemia de por medio, vuelvo a coger lo que quedó en un apartado pequeño de mi actividad y creo que viene pidiendo atención de nuevo. No es algo de un día, de un «arranque». Hace meses que se viene preparando, con reuniones por aquí, redacciones por allá… Y parece que el 2022 es el año de su vuelta.
Y los nervios vuelven a ser como los de la primera vez. ¡Y la ilusión también!
Bailo desde que tengo uso de razón, y por lo que me cuenta mi madre, ya nací con unas cuantas vueltas de más en la barriga… Bailar me hace sentir mi «Yo» elevado a la máxima expresión. Bailando he llegado a mucha gente y enseñando a bailar, he conseguido llegar a muchas otras, mucho más.
Después de 20 años enseñando a bailar, me he dado cuenta de muchas cosas y siento la necesidad de poner remedio a todo aquello que veo que necesita un cambio, o al menos intentar abrir el camino para que se pueda cambiar o mejorar en el futuro, con el tiempo, paso a paso…
La danza es una actividad exclusiva de unos cuantos, y reservada para unos pocos a nivel profesional. Pero, eso no significa que el resto de los mortales deba dejar de practicarla sólo por el hecho de no ganarse la vida con ello. ¿Cuánta gente practica deporte y no se dedica a ello? Y, mejor aún, ¿por qué en la escuela se practica deporte pero no danza? ¿Por qué la danza es la única actividad de expresión artística excluida del currículo oficial?
Todas estas preguntas me han acompañado desde hace años y quiero, no sólo responderlas, sino remediarlas ante lo que considero un planteamiento erróneo y anticuado , probablemente más por desconocimiento que por cualquier razonamiento o convicción.
Así pues, empieza Más que Danza a dar sus pasos, de nuevo. Viene con nuevas propuestas, con más experiencia y con más ganas.
¿List@s?
¡Vamos allá!
